• Lo que rechazas atrasas.

    La cosa no es salir ilesos de la vida, es vivir como si fuera con nosotros/as.

    Como si lo que estuviera pasando nos perteneciera.

    Como si dejar lo que pasa para después fuera exactamente igual que dejarnos a nosotros/as para después.

    Porque lo es.

    Nada de lo que evitamos se marcha.

    Se queda en otro momento, lugar, escena y vuelve.

    No retrasamos a los demás, ni a lo que no queremos.

    Nos retrasamos a nosotros/as mismos/as.

    La pregunta es:

    ¿te quieres para después?

    ¿O para ahora?