Libro «Me viste temblar»

Descripción

Temblar es un acto reflejo.

Es el acto reflejo del corazón cuando está sintiendo y nadie lo para.

Es la vida gritando en notas que no entendemos.

Es todo a lo que podrías decir «no» sin poder hacerlo.

Un naufragio controlado.

La batalla ganada contra todo pronóstico inesperado.

 

Temblar es no saber nada cuando lo estás sabiendo todo.

Es un precipicio donde nadie salta pero no hay pies en el suelo.

Es un «quédate» fuera de tu boca.

Una luna creciente sintiéndose llena.

 

 

Dime qué verbo le pondrías a ese momento en el que alguien te toca la piel mientras te mira a los ojos.

O a esa sensación cuando llegas al mar y pierde su azul por entrar en ti.

 

Si existe un verbo que explique cuando alguien te da una sorpresa vestida de «te llevo tiempo queriendo pero hoy tenías que saberlo más alto».

 

O si se puede verbalizar la sensación de calma después de mil tormentas.

 

Recuérdame lo que le pasa a tu piel en un primer beso cuando ella ya lo había sentido versos atrás.

 

Lo infinito del océano desde unas coordenadas donde hay más pájaros que personas.

 

El «antes» de lo especial que puede llegar a ser alguien en tu vida.

Y el «después» de una noche que no espera a ningún sol.

 

Temblar es una tormenta en la playa.

El «sí» de unos ojos a unos labios contarios.

Temblar  es la paz imaginando que huyamos.

Temblar eres tú siendo todo lo que un día imaginaste pero sin el miedo llamando a la puerta,

mientras tú se la abres.

 

 

Temblar es tocarte a la vez que el viento.

 

Temblar es que existamos en el mismo momento y en el mismo tiempo.

 

Temblar es todo lo que habla el viento.

 

Temblar es no parar a lo que siento.